Se refiere a experiencias iniciales de contacto con una o varias sustancias, sin que esto implique un consumo continuado. Por lo general, ocurren cuando la persona desconoce los efectos de la sustancia y se lleva a cabo en un entorno grupal que la anima a probarla, siendo más comunes durante la adolescencia. Aunque un elevado porcentaje de jóvenes no repite este tipo de consumo
Consumo esporádico de la sustancia con intervalos irregulares y prolongados de abstinencia. A pesar de conocer los efectos y considerarlos positivos, la persona puede llevar a cabo sus actividades tanto con como sin consumo. Este tipo de consumo tiende a realizarse en grupo y en ocasiones específicas.
Implica un aumento tanto en la frecuencia como en la variedad de situaciones en las que la persona recurre al consumo de sustancias. Esta conducta se observa tanto en contextos grupales como individuales. A pesar de ser consciente de los efectos negativos, valora más los positivos asociados al consumo
El individuo experimenta una dependencia de la sustancia, y a pesar de los problemas que el consumo pueda ocasionarle, resulta difícil que modifique su conducta sin una intervención externa.
Entendemos por uso aquel tipo de relación con las drogas en el que bien por su cantidad, por su frecuencia o por la propia situación física, psíquica y social de la persona no se detectan consecuencias inmediatas sobre el consumidor ni sobre su entorno.
Entendemos por abuso aquella forma de relación con las drogas en las que, bien por su cantidad, por su frecuencia y/o por la propia situación física, psíquica y social de la persona, se producen consecuencias negativas para el consumidor y/o sobre su entorno.
Podemos entender la dependencia como aquella pauta de comportamiento en la que se prioriza el uso de una sustancia psicoactiva frente a otras conductas consideradas antes como más importantes. El consumo de drogas que quizás empezó como una experiencia esporádica sin aparente trascendencia, pasa a convertirse así en una conducta en torno a la cual se organiza la vida de la persona.
El organismo se ha habituado a la presencia constante de la sustancia, de tal manera que necesita mantener un determinado nivel en sangre para funcionar con normalidad. Cuando este nivel desciende por debajo de cierto límite aparece el síndrome de abstinencia característico de cada droga.
Compulsión por consumir periódicamente la droga de que se trate, para experimentar un estado afectivo agradable (placer, bienestar, euforia, sociabilidad…) o librarse de un estado afectivo desagradable. (aburrimiento, timidez, estrés…)
La tolerancia a las drogas es un proceso a través del cual una determinada dosis de droga va produciendo un efecto progresivamente menor a medida que se va repitiendo su administración o, lo que es lo mismo, un proceso que obliga a ir aumentando progresivamente la dosis según se repiten las administraciones para producir el efecto original.
El síndrome de abstinencia presentará distintos síntomas en función de la sustancia a la que el paciente es adicto, así como de las características personales del mismo. A rasgos generales, con la mayoría de sustancias adictivas el afectado por síndrome de abstinencia presentará deseo irrefrenable de volver a consumir la sustancia, irritabilidad, cambios en el carácter o dificultad para concentrarse.
Las drogas son sustancias que, cuando se introducen en el organismo, actúan sobre el sistema nervioso central. Esto provoca cambios que pueden afectar a la conducta, el estado de ánimo o la percepción. Además, su consumo puede comportar dependencia psicológica, dependencia física y tolerancia.
Familia de sustancias que tienen en común su capacidad para entorpecer el funcionamiento habitual del cerebro, provocando reacciones que pueden ir desde desinhibición hasta el coma, en un proceso progresivo de adormecimiento cerebral. Las más importantes de este grupo son: alcohol, opiáceos (heroína, morfina, metadona…), tranquilizantes (pastillas para calmar la ansiedad) e hipnóticos (pastillas para dormir).
Grupo de sustancias que aceleran el funcionamiento habitual del cerebro, provocando un estado de activación que puede ir desde una mayor dificultad para dormir tras el consumo de café hasta un estado de hiperactividad tras el consumo de cocaína o anfetaminas. Entre estas drogas destacan: estimulantes mayores (anfetaminas y cocaína), estimulantes menores (nicotina) y xantinas (cafeína y teobromina).
Sustancias que trastocan el funcionamiento del cerebro dando lugar a distorsiones perceptivas, alucinaciones, etc. Entre estas destacamos: alucinógenos (lsd y mescalina), derivados del cannabis (hachís, marihuana), drogas de síntesis (éxtasis, eva..)
Las Cannabaceae son una familia amplia de plantas que incluye dos especies psicoactivas: Cannabis Sativa y Cannabis Índica. Los productos derivados del cannabis pueden presentarse de distintas maneras:
Efectos adversos frecuentes:
Para saber si tienes un problema de adicción valora si se dan algunas de estas circunstancias:
Se trata de compuestos anfetamínicos, por eso la mayor parte de estas drogas tiene efectos estimulantes a los que se les suele añadir algunos componentes con efectos alucinógenos. Su consumo está asociado al colectivo joven y relacionado con fiestas, discotecas y determinado tipo de música. Se utilizan en forma de pastillas o polvos con diferentes texturas y colores. Pueden consumirse por vía oral o esnifada.
El consumo habitual de éxtasis u otras drogas de síntesis provoca graves daños físicos y psicológicos, además de deterioro en las relaciones familiares y en la actividad académica y laboral de los consumidores.
Efectos adversos frecuentes:
MDMA El nombre científico de MDMA es 3,4-Metilendioximetanfetamina y pertenece a la familia de las fenetilaminas. Se conoce como MDMA, pastis, cristal, eme, md, etc. Esta sustancia puede presentarse de dos formas: pastillas y cristal.
Efectos adversos frecuentes:
Su nombre científico es desoxiefedrina y también se la conoce como tina, meta, meth, crystal meth, etc. La metanfetamina es una sustancia estimulante del grupo de las anfetaminas y de la familia de las fenetilaminas.
Efectos adversos frecuentes:
Son sustancias perturbadoras del sistema nervioso que alteran los sentidos, produciendo distorsión en la percepción sensorial y generan sensaciones irreales. También pueden causar cambios en las emociones, la memoria y los juicios.
Los más representativos son: LSD también llamado ácido o ácido lisérgico, los Hongos Mágicos (psilocina, psilocibina), Polvo de Ángel, Píldora de la Paz o PCP (fenciclidina), el Peyote (mescalina), la Ayahuasca, etc.
Los efectos de las drogas alucinógenas varían ampliamente y dependen del estado de ánimo, de la actitud mental del consumidor y del ambiente que le rodea.
Efectos adversos frecuentes:
Los opiáceos son sustancias derivadas de la planta del opio. Curiosamente, desde hace muchos años, se han utilizado estas sustancias para aliviar el dolor. Sus efectos son analgésicos (propiedad de quitar el dolor) e hipnóticos (propiedad de producir sueño), así como euforizantes y sedantes.
Los opiáceos se dividen en: naturales (Opio, morfina y codeína), semisintéticos (Heroína), Sintéticos (Metadona, petidina y tilidina).
Efectos adversos frecuentes:
Su nombre científico es etanol, aunque puede que lo conozcas como alcohol, licor, copa, priva, alpiste, bebercio, etc. Si lo consumes, o lo piensas consumir, esta información puede ser de tu interés. El alcohol que encontramos en las bebidas alcohólicas es el etanol o alcohol etílico. Es un líquido incoloro de olor característico y soluble en agua. Es una sustancia depresora del sistema nervioso central, es decir, ralentiza las funciones vitales.
Efectos adversos frecuentes:
Los efectos del alcohol son dependientes de la cantidad que de este se encuentre en la sangre (alcoholemia), de manera que, a mayor alcoholemia, mayores son los efectos depresores sobre el sistema nervioso central.
El tabaco es una droga estimulante del sistema nervioso central. Uno de sus componentes, la nicotina, posee una enorme capacidad adictiva, y es la causa por la que su consumo produce dependencia.
Fumar cigarrillos es la forma de consumir tabaco más extendida en todo el mundo. Otros productos de tabaco son: el tabaco para pipa de agua o narguile, los cigarros, los puritos, el tabaco calentado, el tabaco de liar, el tabaco picado, los bidis y los kreteks, y productos de tabaco sin humo.
Componentes:
Efectos adversos frecuentes a corto plazo:
Existen determinadas condiciones que favorecen el proceso de adicción, hacen más probable que la persona tenga dificultades en relación con el abuso de las sustancias:
Existen un número de factores que disminuyen la probabilidad de adentrarse en consumos de drogas. Algunos de ellos tienen que ver con cambios culturales y legislativos de nuestra sociedad:
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